En esta era de fusión y globalización, todos nos vemos impregnados de puntos de vista y de conceptos que antes pertenecían sólo a un ámbito profesional, y ahora se mueven en otros campos como corrientes que nos arrastran y abren a nuevas visiones para aportar otras herramientas que nos permitan resolver los actuales retos de vida.
Esta es mi propia vivencia como terapeuta emocional cuando la imagen llega a mi vida para envolverme en su seducción y magnetismo, llevándome a nuevos enfoques en mi trabajo profesional. Los nuevos retos implican nuevos conceptos, y hoy es la palabra ESTILO la que me lleva a transmitir su profundidad.
Las ideas principales del artículo pertenecen al libro de María Gemma Sáenz “Estilo y Vida” y aparecerán en letra cursiva.
¿Qué es Estilo?
“Estilo es lo que nos conecta con lo único y exclusivo, de nosotros mismos con nosotros mismos, pasando a estar en un segundo término lo que nos rodea del exterior. El estilo nos da fuerza interna y nos hace tener nuestras propias pautas y referencias emocionales conseguidas a través de nuestras vivencias, las cuales nos posicionan en una vida más próspera, en la que hay mayores posibilidades de realización y de acción. El estilo nos lleva a ser maduros emocionalmente, y esa madurez, hace que no nos comparemos con nadie”.
Dentro del estilo propio hay que diferenciar dos apartados:
- El mental, que va ligado a nuestra capacidad de registro y de selección de ideas.
- El físico, que va ligado a la imagen externa. Engloba el peinado, el maquillaje, el vestir, y la bisutería.
“El vínculo entre los dos nos llevará a estar centrados en nuestro eje emocional y se transferirá, más tarde, a lo que llamamos magnetismo”
El propio estilo mental es el más difícil de mantener porque no creemos en la capacidad que tenemos para lograr nuestros sueños. En lugar de seguir nuestras ilusiones e impulsos para que crezcan, conectando así con nuestro futuro, nos dejamos invadir por los criterios de los demás y nos simbiotizamos con ellos. Entonces perdemos el propio camino. “Eso nos pasa porque nos juntamos con personas que están en el NO de forma constante y permanente, lo cual limita nuestra energía y crea un muro delante de nosotros que nos impide avanzar hacia delante”. Entonces nos paramos, perdemos nuestra referencia interna, y sólo tenemos el recurso de mirar hacia fuera, a todos los lados, buscando un punto de anclaje que ya no será nuestro, sino de cualquiera del entorno. A partir de ese momento la comparación entra con fuerza a través de pensamientos, a veces imperceptibles, que nos desestabilizan, nos hacen sufrir, y nos llevan a referencias del pasado.
Pero en los recuerdos del pasado no está la respuesta. Las vivencias positivas del pasado ya están integradas en nuestra memoria celular y es lo que nos sostiene en el momento. Por lo tanto, no hay otra salida que volver a mirar a nuestro interior y movernos con acciones hacia el futuro. De lo contrario, nuestra mente se quedará instalada en palabras de lamento que alejan cada vez más las oportunidades que todos los días llueven del cielo para que las cojamos.
Para salir de esa situación cada día cuando te levantes, visualiza tu frente llena de varios SI de color naranja que van saltando por tu frente. Al principio son pequeños y luego poco a poco se van haciendo más grandes, pero lo más importante es que tengan movimiento. Y también cada día por la mañana cogerás un folio marrón y con un rotulador naranja escribirás: “Mi mente es divertida, alegre, y tiene registros propios de acción y ejecución”.
Haz estos ejercicios al menos 30 días seguidos para que tu mente vuelva a coger oxígeno y chispas de vida que te darán nuevas ideas.
El estilo propio físico va ligado a lo que queremos mostrar al mundo de lo que somos, de lo que queremos ser o soñamos ser.
Para mantenerte conectada/o con tu estilo físico propio, es importante conocer lo que nos aportan emocionalmente los elementos con los que montamos nuestra imagen diaria. Te nombro alguno de ellos.
El peinado. El pelo conecta con la mente y con la energía de nuestros pensamientos. Si nuestros pensamientos son positivos, el pelo brilla, tiene volumen y movimiento. Si por el contrario estamos conectados con el NO…, nuestro pelo se encrespa o se “cae” sin gracia y pierde luminosidad. Cambia todos los días tu peinado para conectar con ideas nuevas y protege tu mente de los pensamientos del entorno con adornos diferentes. Por ejemplo la diadema te protege de las palabras que tienden a entrar en tus oídos paralizándote.
El bolso. Es tu propia mente, ya que en él llevas todo lo imprescindible para mantener tu vida organizada: el dinero, el móvil, la agenda…No repitas el bolso que llevaste el día anterior. ¿Te imaginas salir a la calle durante una semana, un mes o una temporada con la mente-bolso que lleva acumulados los pensamientos de tantos días y días? ¡Qué lastre! ¿Te extrañas de que tu mente sea repetitiva-obsesiva y tu vida rutinaria?
Los zapatos. Son tus pies, los que te llevan a descubrir nuevos caminos. No repitas los del día anterior. Cómpralos de diferentes colores: verdes para atraer trabajo, marrones para andar relajada por la vida, rojos para abrirte a nuevos espacios sociales…
La bisutería. Te protege de la densidad de las personas y de los espacios. Además ponen color y creatividad a tu cuerpo. Acostúmbrate a usarla para ir a la vida con alegría y el ánimo alto.
El maquillaje. Los sentidos son las ventanas a la vida. Ponles color para protegerlos y expresar a través de ellos lo que quieres recibir ese día de la vida.
¡Atrévete a jugar con todas las posibilidades que te ofrecen tu cuerpo y tu mente al montar tu imagen! Eso te ayudará a arriesgarte en la vida hacia la consecución de tus sueños, y a vivir nuevas experiencias que harán tu estilo de vida, único y exclusivo.
Rosa Briones.
Directora de las Formaciones en el Método TRCD. Emocional LifeTrainer TRCD.
www.metodotrcd.com